Existen inúmeras formas de participar al proceso de descolonización.

No hace falta haber participado a las batallas de Bolívar o a la aventura revolucionaria de Che Guevara. Cada uno puede, en este mismísimo momento, obrar a la descolonización asegurándose de que su vestimenta, su idioma, su sensibilidad, su religión, sus orientaciones artísticas y demás gestos de la vida cotidiana estén de algún modo en línea con las culturas autóctonas, o de lo que queda de ellas, o incluso de lo que se rescataría de restos modestos y diminutos que resistieron a las pruebas del tiempo y del olvido, así como a veces surgen aguas abundantes de pozos que se pensaban secos.

El Renacimiento precolombino no es un sueño inalcanzable. El hebreo, lengua casi muerta volvió del silencio porque judíos lo quisieron así, en una época en que aún se podía soñar en Palestina.

Hoy este sueño es posible aquí, el de traer de vuelta, desde el olvido o el abandono, la gloria de una edad que tiene el fundamental derecho a ser redorada, por todos; los descendientes directos, por supuesto, pero también los descendientes del alma, o sea aquellos que adoptarían un modo de vida, valores, lenguas, nombres, sensibilidades, religiones que no serían ni hispánicas, ni portuguesas, europeas o norteamericanas. Pensad en ello cuando tengáis que optar, que sea por una bebida gaseosa o agua de manantial, a la hora de vestir el uniforme de los maestros o las prendas de los ancianos, a la hora de cantar, bailar y soñar. ¿De qué colores son vuestros sueños? ¿Será que se sustentan verdaderamente en la tierra que pisáis, que os aloja y alimenta?

Paso a paso, vendrá la unión, la formación de un cuerpo revolucionario, informal y espontaneo que ira organizándose en todo el continente, alzándose fuerte, entusiasta, imparable ¡hasta la victoria!

Por el momento Descolonización os propone que salgáis de vuestro escondite, que surjáis al día sin inhibiciones ni miedos y gritéis vuestras ganas, aspiraciones, reivindicaciones. Ved quien puede juntarse a vosotros, que asociación, ONG, partido, ayuntamiento, pueblo, ciudad, familia, individuo… estarían dispuestos a unirse a una corriente que en cada parcela de este continente despierta a sus hijas e hijos y los reúne para que juntos desalojen a la injusticia, la invasión, la desposesión, el embrutecimiento

La revolución continental está en marcha y hacéis ya parte de ella por el mero hecho de haberos detenido a leer estas líneas.

Y por supuesto, seréis los bienvenidos a participar a las acciones que llevaremos a cabo en todas partes del continente e incluso más allá, de repente cerca de vuestro lugar de residencia actual.

No dudéis en consultar nuestro calendario o contactarnos.