Si los principios cristianos de amor, compasión, igualdad y universalismo son sin duda alguna benéficos al progreso del hombre, la Iglesia por su cuenta no ha sido digna de llevarlos al conocimiento y la práctica de los pueblos de la Tierra.
 

Por eso llamamos a una reforma del cristianismo, a un cristianismo sin obscurantismo, ni clero, ni pecado, ni culpa, ni sangre y crueldades. Este neo-cristianismo podría bien surgir en este continente, yendo más allá del camino indicado por la teología de la liberación, y para los demás que sea el ateísmo, los cultos precolombinos o el raelianismo que les inspire y nutra sus vidas interiores y la espiritualidad imprescindible al sano brote de la existencia humana.

Por consiguiente invitamos a todos los que deseen la liberación y emancipación de este continente que arrojen la Biblia de la misma manera que lo hizo el Inca Atahualpa y lo filmen como lo hicieron los ciudadanos audaces que aparecen en los videos que aun no fueron censurados por las redes sociales, en manos de los yanquis, nuevos imperialistas. No bajemos la guardia, en particular ahora que sus pastores contaminan con la demencia pentecostal los pueblos de Abya Yala.

¡Resistencia! y ¡Hasta la victoria siempre!

Homenaje a Atahualpa, Colombia